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Un viaje a Malta, un voto

En estos tiempos de crisis que corren me he permitido el lujo de pasar tres semanas en Malta y lo que más me ha escandalizado de mi visita a la isla no ha sido la sexualidad desenfrenada de algunos turistas, ni el desorbitado precio del alcohol. Ni siquiera la belleza de las playas de Gozo. Lo que más me ha sorprendido es la operación de compra de votos que el Gobierno socialista tiene montado a través del sistema de becas. Nada más y nada menos que en plena recesión el Ministerio ha concedido 70.000 becas de 1.600 euros para ir a "estudiar inglés" a Malta. No estoy en contra de la concesión de becas. Creo que es un gasto necesario en cualquier Estado aunque estemos en periodo de crisis. Pero seamos sinceros, quien quiere ir a aprender inglés no se va a una residencia llena de españoles en medio de la zona de discotecas de Malta, se va, por ejemplo, a vivir con una familia en Irlanda. Pero nuestro Gobierno, muy listo él, ha caído en la cuenta que enmascarando viajes de vacaciones a Malta bajo la forma de "beca de idiomas" puede obtener mucho apoyo electoral entre la adormecida gente joven. Los propios "estudiantes" son conscientes de ello y se mofan portando camisetas con el lema "gracias Zapatero por pagarme estas vacaciones" (lo he visto yo con mis propios ojos), mientras el resto de españolitos pagan sus impuestos y se preguntan que hará el Gobierno con su dinero para afrontar la crisis. Pues lo que hace es utilizarlo para poner en marcha una compra masiva de voto joven. Me explico: el becario que se va tres semanas con todos los gastos pagados a Malta volverá contando las maravillas del Gobierno socialista, que me paga las vacaciones por la cara, y la necesidad de votar a los socialistas, no sea que llegue un Gobierno decente como el del PP y me quite el chollo de irme gratis de vacaciones.

Yo me fui a Malta, pero con mi dinero y sin necesidad de estafar a las maltrechas cuentas del Estado. Por tanto, llamo a todos los jóvenes, tanto si han participado del sistema de becas como si no, a denunciar esta situación y a reclamar que el dinero de nuestros impuestos no se dedique a pagar las borracheras maltesas de miles de andaluces (por alguna extraña razón casi todos los que iban pagados por el Gobierno eran andaluces, debe ser que en cuestiones como "chupar del bote" los andaluces son expertos). Reclamemos un sistema de becas serio, dedicado realmente a quien lo necesita realmente para aprender un idioma y no para irse de fiesta. Digámosle claro al PSOE que con sus estratagemas de pagar borracheras extranjeras a los jóvenes no va a conseguir perpetuarse en el poder, porque Nuevas Generaciones siempre estará dispuesta a denunciar el intercambio de votos a cambio de viajes. Zapatero se ha rebajado al más puro estilo Yola Berocal, que en su intento por presentarse a la alcaldía de Marbella prometía "un implante de pechos, un voto". Lo de Yola quedó en una anécdota pasajera, pero lo de Zapatero "un viaje a Malta, un voto" le cuesta millones al Estado en un periodo en el que no tenemos ni para pipas, además de constituir una falta de ética política enorme. Por lo menos, si ZP quiere seguir con su sistema de becas maltesas, que lo haga explícitamente y cree el Ministerio de Festejos, el cual tendría más lógica, contenido y presupuesto que el propagandístico Ministerio de la Igualdad. 

Si fuera mallorquín...

Si fuera mallorquín...

 

Una revolución puede sacudir el Partido Popular de las Islas Baleares y desde Valencia tenemos que mojarnos pues lo que sucede ahí puede ser un espejo de lo que podríamos o deberíamos hacer ahí. Se trata de la candidatura de Carlos Delgado, alcalde de Calvià, a la presidencia del PP balear. Delgado, frente al personalismo propio de los Congresos, ha caracterizado su candidatura en hacer frente al imperilismo catalán que por desgracia contamina la política balear de forma mucho más preocupante que lo que ocurre en Valencia con la guerra valencianistas-catalanistas. Tras 30 años soportando la imposición de los catalanistas en el Estatuto de Autonomía balear dentro del cual eliminaron todo signo de carácter balear y denominaron a la lengua de ahí catalana, Delgado ha recogido el sentir del pueblo y plantea por primera vez que se reconozca la existencia de la lengua balear con sus variantes mallorquina, menorquina, ibicenca y formeterense. Recoge así el sentir del 75 por ciento de los ciudadanos de baleares, tanto de izquierdas como de derechas, que sienten su lengua como un símbolo de identidad diferente al catalán.

Delgado también ha puesto énfasis en denunciar la catastrófica política que el gobierno de Antich, junto con nazionalistas catalanes y radicales de izquierda, ha puesto en marcha en materia educativa. Delgado defiende un sistema triple en el los padres puedan elegir como educar asus hijos: en castellano, en balear y sistema mixto (fifty fifty). Este derecho, que en la Comunidad Valenciana sí tenemos garantizado, desgraciadamente es perseguido en otras regiones vecinas como Baleares.

¿Po qué apoyar la candidatura de Delgado? Por su valentía, por ser el primero en haberse comprometido en parar los pies al imperialismo catalán y en defender la singularidad de Baleares. Por ser una bocanada de aire fresco que no busca el personalismo, sino revitalizar la política balear tras la marcha de Matas y la vuelta del infumable pentagobierno de Antich. Y tercero, porque Delgado puede ser un ejemplo, si su aventura llega a buen puerto, para los valencianos que queremos poner fin al catalanismo en nuestras tierras. Es cierto que el PPCV es valencianista, pero necesitamos llevar a la práctica lo que decimos en la teoría, y la experiencia de Delgado puede ayudarnos a sacar ese valencianismo que el PPCV lleva dentro y que clama por salir e impregnar nuestra acción de gobierno en la Comunidad Valenciana.

 

Si queréis más información http://www.porbaleares.com/

 

Un saludo!!!!